Escribí el siguiente artículo originalmente en Inglés para el Blog de Yoga Accesible. Puedes leer la traducción completa a continuación.

Decir “modificaciones” perpetúa la idea de que no estás haciendo un yoga 100%, que existe una expresión completa de la pose, que hay una meta cuando la invitación al yoga es estar contigo misma/o, con tu mente y cuerpo en este mismo momento. Por eso te invito a decir “variaciones” y no modificaciones porque ¡todo es 100% yoga!

Desde que comencé a practicar yoga, algo sucede en mi cuerpo y en mi mente cuando una maestra/o dice, “si necesitas modificar” o “si no puedes hacer esto”, algo similar a un cuchillo en el corazón. Durante tanto tiempo sentí que estaba haciendo menos, que no podía hacer y disfrutar de la “expresión completa de la pose”, que necesitaba empujar, trabajar más duro para lograr ese objetivo de tener el don de hacer la postura completa, plena o tradicional.

Con el tiempo, y después de convertirme en profesora de yoga, me he dado cuenta de que, aparte de cómo se dice la palabra “modificación” (aunque pueda provenir de un lugar de amor, puede ser una palabra cargada), es cuando se ofrece. No es que per se la palabra “modificar” sea incorrecta, es porque tradicionalmente la “modificación” en el yoga es ofrecida después de que el maestro o la maestra se da cuenta de que alguien está teniendo problemas o “no puede hacer” la versión tradicional de la pose ofrecida.

Aquí es cuando las cosas comienzan a ponerse raras, estos estudiantes se vuelven el foco de atención, tal vez se les ofrecen algunos props para ir al rescate (aunque esos accesorios deberían haber estado disponibles y los profesores deberían haber enseñado cómo usarlos desde el principio), o incluso peor , los estudiantes quedan fuera, sin ser vistos porque el instructor no tiene las herramientas para ofrecer variaciones adecuadas de antemano. O un maestro simplemente no está interesado en dar opciones porque esa persona “no pertenece al público objetivo” o su clase no está hecha para ese tipo de estudiante (sorprendentemente, sí, esto se ha usado como una excusa cuando le preguntó a los profesores de yoga por qué no ofrecen opciones a los estudiantes en clase).

Es por esto que promuevo y los animo a que usemos la palabra variación en lugar de modificación, no necesariamente como sinónimo, porque, al menos en la forma en que enseño y comparto el yoga, las variaciones son mucho más profundas que ofrecer una modificación cuando alguien “no puede hacer algo”. Son sinónimo de libertad en su práctica, son una forma de honrar y satisfacer las necesidades de su cuerpo y mente.

Cada día va a ser diferente en nuestros cuerpos y mentes, por eso necesitamos ofrecer variaciones, opciones, exploración y libertad cada vez, sin hacer suposiciones, sin elegir por nuestros estudiantes, ¡es su práctica!

¡Las variaciones son para todos los cuerpos! No son modificaciones cuando alguien “no puede hacer” algo, son elecciones y libertad para su cuerpo y mente. ¡Y lo hermoso de las variaciones es que son para todos! ¡Cualquiera puede beneficiarse eligiendo por sí mismo! Y esta libertad en el mat se traduce en la vida, en la forma en que nos relacionamos con los demás, en la forma en que establecemos límites y sabemos realmente lo que queremos y lo que no.

¡Y recuerda, el hecho de que vivas en un cuerpo capaz no significa que debas elegir o que disfrutarás de la variación más desafiante en cada práctica! El hecho de que vivas con una discapacidad no significa que las posturas como chaturangas, planchas o inversiones no estarán disponibles, ¡siempre hay una variación para ti! ¡Puedes elegir hacer una práctica de silla en cualquier etapa de la vida, adolescente o adulto mayor! Eres el dueño de tu práctica!

Como siempre digo: tu cuerpo, tu práctica, por eso, como profesores de yoga, debemos ofrecer la oportunidad de explorar lo que se siente bien y lo que tu cuerpo y tu mente necesitan en este mismo momento.

Originally written in English and published in The Accessible Yoga Blog. You can read it HERE.