En este post te enseño tres opciones para que tus brazos en Garudasana se sientan increíbles.

Hay algunas poses que simplemente no funcionan para todos los cuerpos, este es el caso de Garudasana. En lugar de forzar a tu cuerpo a adoptar una postura que exige una flexibilidad extrema y que requiere, lo que me gusta llamar “doblarse como un pretzel”, explora diferentes variaciones que te brindarán beneficios similares o iguales.

Teniendo esto en cuenta, pensemos por un momento sobre cuál es el objetivo de los brazos de águila: liberar la tensión y abrir los hombros creando espacio entre los omóplatos. ¡Es por eso que las tres opciones que muestro en la imagen de arriba funcionan como muy buenas variaciones!

Opción 1: Darte un abrazo. Esta es mi favorita porque, dado que tengo grandes pechos, ¡tratar de entrelazar mis codos y antebrazos es extremadamente desafiante! y no se siente bien en mi cuerpo. En realidad, me causa un tirón en las articulaciones de los codos en lugar de abrir la espalda.

Opción 2: Codo sobre codo con con las palmas hacia arriba. Invita a tus codos a estar en línea con los hombros, suaviza los músculos de la cara y respira.

Opción 3: Cruza los antebrazos y junta el dorso (parte de atrás) de las manos. Una vez más, invita a tus codos a alinearse con los hombros.

Prueba estas opciones en tu cuerpo y elige la que te parezca increíble (y úsala incluso si el profesor no ofrece alternativas durante la práctica). ¡Adapta siempre la pose a tu cuerpo y no tu cuerpo a la pose! ¿Cuál es tu variación favorita para los brazos de águila?